Luego de la pandemia causada por la COVID-19, otra amenaza esta latente en el horizonte: La Resistencia Antimicrobiana o RAM; sobre todo por el uso irracional de los productos desinfectantes.
Imagen referencial.
El uso de desinfectantes aumentó durante la pandemia al ser productos necesitados para la desinfección de superficies y objetos, disminuyendo así, el riesgo de infección de la COVD-19. Pero 2 investigadoras de la Universidad de Queensland de Australia, advierten que el mal uso de estos podría propagar la resistencia antimicrobiana; una de las 10 principales amenazas para nuestros sistemas de salud según la Organización Mundial de la Salud (OMS)
El artículo publicado en la revista Science, señala que la raíz del problema reside en el uso de los desinfectantes en cantidades excesivas por las personas y autoridades “Como precaución, muchas autoridades también han aumentado la dosis de cloro en la desinfección de aguas residuales para lograr una concentración residual de cloro libre superior a 6,5 mg / litro, a pesar de la evidencia de que un residuo de cloro libre de poco más de 0,5 mg / litro puede inactivar completamente el coronavirus humano”.
Por otra parte, mencionaban que ciertos componentes de los desinfectantes como antisépticos de amonio cuaternario, triclosán y etanol son los principales contribuyentes a la propagación de este problema, y a su vez, a un problema ambiental cuando estas sustancias terminan en cuerpos de agua o ecosistemas.
Entre las soluciones aclaraban la promulgación de controles enfocados en el uso de desinfectantes bajo parámetros de 0,5 mg / litro, tanto para desactivar al nuevo coronavirus en las superficies como evitar la Resistencia Antimicrobiana.
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